Día dos, Vértigo (12 de abril)

Todo da vueltas, tengo un vértigo intrínseco.

Parece que ayer bebí más de la cuenta.

Siempre recuerdo más que la reunión en sí, su final.

Estaba yo e Ignacio, en la calle. En el suelo. Simulando un baile tipo "break dance", nos reímos por lo menos media hora de eso, mientras Javier intentaba hacer para una micro. Eran las 5 de la mañana, y estabamos ahí, ebrios, pero solos, casi en la incertidumbre de esa esquina (San José de la Estrella con Santa Raquel, aún lo recuerdo). 

Hoy desperté en su cama, hace tiempo no dormiamos juntos, y bueno con la Carrie (su perrita). Bueno, desperté, como iba diciendo, y canté una estúpidez que escuchamos en el taxi a su casa. Nos reímos, él aún estaba ebrio. Me lavé el rostro, me puse lentes y abrí la puerta. Caminé, caminé y miré hacia arriba, estaba nublado. Por eso todos me miraban raro.

Ahora me dirijo a mi cama, estoy ebria aún. Ayer el día dijo: alcohol y yo obedecí.

El vértigo empaña mi iris.

Luego saldré a caminar a un parque o algo así, porque el día lo dijo, iré con un pajárito.